El trastorno bipolar es una grave enfermedad del cerebro. También se llama enfermedad maníaco-depresiva. Los que sufren del trastorno bipolar experimentan cambios de ánimo inusuales. A veces se sienten muy felices y “animados” y mucho más activos que de costumbre. Esto se llama manía. Y a veces los que sufren del trastorno bipolar se sienten muy tristes y “deprimidos” y son mucho menos activos. Esto se llama depresión. El trastorno bipolar también puede provocar cambios en la energía y el comportamiento.
El trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos que experimentan todas las personas. Los síntomas bipolares son más potentes. Pueden dañar las relaciones entre personas y hacer que sea más difícil ir a la escuela o conservar un empleo. También pueden ser peligrosos. Algunos personas que sufren del trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse.
Los que sufren del trastorno bipolar pueden obtener tratamiento. Con ayuda pueden mejorar y llevar vidas exitosas.
Los cambios de estado de ánimo bipolares se llaman “episodios anímicos”. Las personas pueden tener episodios maníacos, depresivos, o “mixtos”. Un episodio mixto incluye síntomas tanto maníacos como depresivos. Estos episodios anímicos provocan síntomas que duran una semana o dos y a veces más. Durante un episodio, los síntomas se presentan todos los días durante la mayor parte del día.
Los episodios anímicos son intensos. Las emociones son fuertes y ocurren junto con cambios extremos en los niveles de comportamiento y energía.
Los que sufren un episodio maníaco pueden:
- > Sentirse muy “alegres” o “animados”
- > Sentirse muy “nerviosos” o “alterados/ansiosos”
- > Hablar muy rápido de muchas cosas distintas
- > Estar inquietos, irritados, o “sensibles”
- > Tener problemas para relajarse o dormir
- > Creerse capaz de hacer muchas cosas a la vez y estar más activos de lo común
- > Hacer cosas arriesgadas, como gastar mucho dinero o tener sexo sin cuidado alguno
Los que sufren un episodio depresivo pueden:
- > Sentirse muy “deprimidos” o tristes
- > Sentirse preocupados y vacíos
- >Tener problemas para concentrarse
- >Olvidarse mucho las cosas
- > Perder el interés en actividades divertidas y volverse menos activos
- > Sentirse cansados o sin energía
- > Tener dificultad para dormir
- > Pensar en la muerte o el suicidio